Scones – Intento No. 2

 

Parecería que no quiero luego que me salgan como tienen que ser, así tengo más oportunidades de probar estas delicias que no se venden en muchos lugares. Salieron riquísimos. Crocantes arriba y en los costados pero no se hincharon del todo, quedaron aplastaditos. 

 

Según estuve analizando el problema definitivamente está en mi horno; me miente en las temperaturas! Voy a seguir con los intentos, especialmente mientras haga frío, porque son perfectos con el mate. Proximamente Scones – Intento No. 3.

Tarta de manzana y limón

Venía bien con la masa y el arenado pero se me pasó la cantidad de limón que le puse al relleno, tenía que ser un chorrito para que las manzanas no se oxiden demasiado y para darle un toquecito especial pero sin querer quedó tan ácida que tuve que cambiarle el nombre.

No me gustó como quedó, le faltaba encanto. Definitivamente tengo que volver a probar y el limón; de a gotas y poquito para que pueda ser una verdadera tarta de manzana.  

Tarta de limón merengada

El famoso pie! Salío delicioso en realidad… la acidez y la consistencia de la crema de limón, perfecta. El merengue italiano un desafío, era mi primer intento y creo que para ser el primero estuvo de maravillas, quedó paradito toda una semana… le observé todos los días antes de ir al Café y ahí estaba; firme!

Una vez más la masa me causó problemas, parecía como que quería derretirse en el horno, se empezó a bajar de la tartera. Atiné a subir rápido la temperatura y se quedó donde estaba… parece que empiezo a entenderle a mi horno. Igual quedó linda y crocante. Tengo que intentar de vuelta! 

Una tarta tan clásica! Me encantó aprender!

Día del Padre con chocolate, azucar y manteca.

Siempre pensé que los regalos que se preparan con las propias manos; una carta, un dibujo, una ropita o un dulce son los mejores que uno puede dar y, por supuesto, recibir. Son bastante efímeros pero de verdad pienso que el verdadero regalo no es el material en sí, sino el tiempo que pensamos en el otro mientras que preparamos. Será que le va a gustar? Seguro que sí!

 

Me predispuse a probar el brownie por segunda vez… Si me sale bien, qué lindo regalo sería! Esta vez voy a probar con un chocolate diferente para ver qué tal y voy a sacar del horno cuando el palito que se clava para ver si ya está, salga llenito de masa… Hice tal cual y para mi gusto, salió perfecto! Al otro día estaba más lindo todavía y la salsa bombom que le puse arriba le quedó hermosa. Estoy muy orgullosa!

El día del padre era al otro día y se festejaba a la hora del almuerzo en la casa de mi abuelo… como soy una aprendiz total con la lentitud propia del que no está seguro, empecé a la tarde ya, ni si quiera a la noche porque no me iba a dar el tiempo de empezar todo de vuelta si me salía mal. 

Las galletitas de manteca estaban guardaditas en la lata y pensé que con chocolate iban a quedar riquísimas para la merienda. A tío César le encantaron.

Qué linda la familia reunida. Las primas poniéndose al día. Los primos viendo el partido. La tarde más lenta cuando es de domingo.  

Por otro lado, mi gordita, mi abuela, mi yeyi… la más tierna del mundo. Esta carita de pícara me puede! Te quiero gordita! 

Lo importante es que a papá le gustó mucho su regalo y mi abuelo no creyó que yo preparé, pensó que compré camino a su casa.

Lindo domingo!!! Felíz día Papá!!!

Pastafrola

Pensé que me iba a salir fácil. En la clase no tardamos ni 15 minutos, un ratito de frío y la masa quedó perfecta. Hice todo lo que decía la receta, le dejé descansar a la masa pero a la hora de estirar para forrar la tartera estaba súper rebelde. 

 

Al comienzo pude hacer unas tiritas para la primera tarteletita pero para el molde grande ya se rompían las tiras… me contenté con usar mis cortantes de galletitas y probar igual. Que tan mal podrían llegar a salir? A mi favor tengo la suerte de principiante cuyo principal propósito es lograr que no me desanime cuando pasan este tipo de cosas. 

Tan linda no quedó pero quienes probaron dijeron que estaba riquísima. Siempre escucho lo que me dicen de lo que preparo porque yo le veo a cada galletita o a cada magdalena como a una hijita y ya le amo de por sí. Creo que pierdo mucha objetividad. 

Entre mis pendientes: Volver a intentar pastafrola. Tienen que salir las tiritas clásicas. 

Galletitas de manteca (de manga y pico rizado)

Manteca  + manteca + manteca.

 

Imposible que no sean deliciosas! Toda la casa perfumada. Salieron hermosas pero son para comer dos o tres, más cantidad… riesgo de empacho! 

En una lata bien hermética se mantienen tan crocantes como el primer día y son perfectas para el mate en un día nubladito y frío.

El primer brownie de mi vida

No me salió brownie. Era un bizcochuelito rico pero sin mucha gracia. Las nueces le quedaron bien pero para mí un brownie es un cuadrado marrón, chato, muy crocante arriba y los costados secos pero adentro tan húmedo que parece que le falta cocción.

 

 Sentí que estuvo cerca pero me pasé de tiempo en el horno. Me quedé con ganas de brownie de verdad así que  creo que pronto me animo de vuelta.

Scones

Que sorpresa para mí los scones! Comí un par de veces en mi vida pero nunca recién salidos del horno. Calentitos podrían ser el colmo de la merienda perfecta.

 
No me salieron como en la clase: altitos, crocantes y arenosos pero quedaron riquísimos igual. Creo que tenían que levar un poco más, quedaron un chiqui apelmazados, capaz porque no le dejé a la masa descansar un par de horas más en la heladera o porque mi horno no estaba tan caliente (estoy en proceso de entender que cuando mi horno dice 200 grados son bastante menos parece, no estoy segura)

  

Una verdadera delicia y tan noble que va con cualquier cosa… jamón y queso, mermelada o dulce de leche. Eso sí… antes de entrar al horno, un poquito de azúcar arriba. Perfecto! 

Magdalenas o Madeleine

Qué masa tan tierna y perfecta para desayunar o merendar con un tecito. Salieron perfectas en el primer intento y son muy fáciles de hacer. El que come uno seguro come dos o tres, son suavecitas y esponjosas. 

Torta de dos colores

Invento para practicar!

Lección de bizcochuelos. Vainilla y chocolate. Todavía no se qué pasó pero no me salieron. No se elevaron por los aires del horno. Eran crocantes! Tenían que ser esponjosos. Capaz todavía no me sale el ‘’movimiento envolvente’’ o mi horno tiene una maña que me falta descifrar pero probé un chiquitito de cada uno y funcionaban! 

El relleno: Crema de mantequilla, dulce de leche y trocitos de chocolate, muy simple. Pero el toque final y el que verdaderamente marcó la diferencia: Decoración con bolitas de fondant! Los que no me salieron el día anterior tuvieron una misión especial: Hacer feliz a una torta inventada.

Fondant de chocolate. Casi casi !

Una tortita de chocolate caliente que a la primera cucharada tiene que desparramarse un río de chocolate líquido. Que solo está liquido si no te pasas de horno porque o si no se cocina y si, por miedo a que se cocine, sacas antes del horno, se desploma en el plato y da pena. Mi receta resultó para cinco moldecitos.

Los primeros dos no se pudieron poner de pie siquiera. Pobrecitos! No les di el tiempo suficiente! El tercero se pudo desmoldar y parecía perfecto. Estaba tan feliz!!! Le puse florcitas y le saqué una foto pero al animarme a probar me di cuenta que me pasé de tiempo. Sólido total! Me quedan dos potecitos en el freezer que esperan por un momento especial de determinación y autoestima.