Toda mi vida amé la salsa pesto, tanto como mi papá. Para él es una de sus favoritas incluso. Siempre compré la que venía hecha, no se porqué, pero nunca me había decidido a preparar la salsa desde cero.
Una mañana de sábado cerca de la hora del almuerzo, le pregunto a Fausto: - Qué queres comer gordo? - Pastaaaaaa! me dice, con todo el énfasis. Saco los fideos y después me voy al clásico "rebusque" en la heladera para inventar la salsa. Para mi sorpresa encuentro todo lo que necesitaba para esta salsa hermosa. Al fin! Era el día. Y qué belleza de resultado! Después de un procedimiento tan fácil y rápido.
De las salsas más simples y ricas que ya probé hasta ahora. La clásica lleva piñones, usé nueces y funciona divinamente también.
Con Jacho nos miramos cuando Fausto iba por el segundo plato. Jamás pensamos que le iba a gustar tanto. Ahora esta pasta es una de sus favoritas, al igual que para su mamá y su abuelo :)
Receta de esta salsa pesto:
- Albahaca: 2 mazos grandes (60 gr. de aprox)
- Aceite de oliva extra virgen: 8 cucharadas soperas.
- Nueces picadas: 2 cucharadas soperas.
- Dientes de ajo: 2 unidades.
- Sal fina: a gusto.
- Queso parmesano rallado bien fino: 60 gramos.
Poner las hojas de albahaca, el aceite de olvida, las nueces, el ajo y una cucharadita de sal en el bowl del mixer. Mixear hasta lograr una preparación relativamente homogénea, casi como una crema. (se puede usar una licuadora tranquilamente). Luego pasar todo a un recipiente más grande y agregar el queso rallado. Mezclar bien. Una vez que estén listos los fideos, llevar a la sartén donde esta la salsa, agregar un poquito del agua de cocción de los fideos y una cucharada de manteca a temperatura ambiente. Esto último le da untuosidad y brillo a la preparación final. Belleza pura lo que va al plato!
