Querido chiquito:
Con estas fotos me gustaría mostrarte la felicidad que significaron los nueve meses que te llevé adentro. Aunque fue dentro de mi cuerpo que creciste despacito, que te formaste completito, en nuestras almas, la mía y la de tu papá, te llevamos cada segundo. Te cuento que no hubo una sola vez en donde sentí que estaba embarazada yo sola. Tu papá estuvo conmigo y contigo en cada una de las situaciones posibles; se despertó conmigo todas las veces que me dolía algo... todas las veces que me desperté a hacer pipi el me preguntaba: estas bien? En cada consulta con el doctor, en cada eco para verte... siempre estuvo ahi y te cuento que llevar un embarazo de a dos fue lo más hermoso, ya que en compartir está la felicidad para mí.
En sintesis estuvimos embarazados de vos y fue lo mas lindo que nos pudo pasar como personas y como pareja.
Tu papá, con la cámara en la mano, me pidió que repita la cara de felicidad que puse al revisar el análisis positivo. Si!!! Viniste a nuestras vidas!!! Eras del tamaño de un poroto y vivias en mi panza!!! Quería guardar ese momento para siempre. Fue demasiado especial. Esta es la cara de tu mamá al momento de enterarse de tu existencia:
Era todavía un secreto para todos en la familia que vivias en mi barriga y decidimos develarte en forma de regalito, ya que siempre te sentimos así: un regalo de la vida. Y si eras para nosotros, por supuesto también eras un regalo para tus abuelos y tus tíos que compartían con nosotros la ansiedad de que llegues a nuestras vidas.
Pasó el tiempo y la pancita fue creciendo a la par que vos. Nunca me voy a olvidar cuando te vimos por primera vez todo formadito en la eco... era la semana 8 de vida. Escuchamos tu corazon latir y no pude evitar llorar de felicidad. Las siguientes son fotos que tu papa me fue haciendo para ver cómo y qué rapido crecías en la panza...
Recorrido fotografico de un embarazo feliz. Nueve meses de amor intenso por todos lados. No hay mucho más que decir: Felicidad total es en resumen lo que senti. Costó que llegues a nuestras vidas. Un año y medio de intentos y fracasos, de mucha ansiedad y momentos de desespero.
Pero cuando viniste, llegaste para quedarte. Y este regalo de la vida, el poder llevar una vida adentro, fue lo mejor que me pudo pasar y no hay día que me olvide de agradecer. Fue un gracias gigante en cada patadita, en cada hipo, en cada movimiento tuyo.
Te amamos!!!
