Los primeros de mi historia de pastelera. Estas mini tortitas me conquistan! Definitiviamente tengo un problema con las miniaturas, tengo una colección desde hace un tiempo, estoy orgullosa. Cada cosita chiquitita que tengo, les amo! Tacitas… pincitas… daditos… lo más tierno!
Pero bueno… me desvié… el tema es que cómo amo las miniaturas estas tortitas me parecen lo más hermoso de la pastelería. Todavía no dimos clase de cupcakes en la escuela de dulces pero ya no soporté la ansiedad; busqué una receta en internet y elegí la que tenía la mejor foto ya que todavía no entiendo mucho de proporciones.
Manos a la obra, que feliz!!! Estoy amando estas horas de soledad en mi cocina, mi horno es mi amigo! =)
Resultado: Una tortita de vainilla muy rica pero no la mejor, así que voy a probar otra receta pronto. La cobertura fue mi primera crema de queso de la historia también. Como todo hasta ahora, no me salió tan bien. Primero le puse limón y quedó muy acida. Y si le pongo jengibre? Ahí ya quedó rara… una crema rosada de sabor limón y jengibre. No me convencía… y si le pongo vainilla? Jajajaja! No funcionó pero no era incomible.
Les llevé a los chicos del Café para que prueben el experimento y me dijeron: “No está tan mal Ña Pati” Porque me quieren me mienten un poquito.
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